NOCHE DE TIERRA LLENA EN LA LUNA

(Versión rrrrecarrrrgadaaaa...!!!)

Ya estacioné mi nave,
abollada chatarra intergáláctica,
en el cráter más solitario
del Mar de la Tranquilidad;
mientras te aguardo,
me saco el traje de astronauta
y estiro las piernas,
me cebo unos mates
y enciendo mi portátil,
única compañía, en esta
noche de Tierra llena en la Luna.

Unos helenitas se acercan
a chusmearme las últimas
de la farándula interestelar:
"...que el sol se está gastando,
que a Saturno le robaron los anllos
que un cometa se cortó la cola,
que ya no hay paraguas ni escudo de fuerza
que pare esta lluvia de meteoritos,
que la Tierra está llena de lunáticos
y muchos terrícolas viven en la Luna..."

Me hablaron maravillas
del espacio y el vacío cuántico,
pero a mí me resulta extremádamente aburrido:
no hay ni una mísera molecula de nada
en millones de años-luz a la redonda,
es una enfermante soledad sórdida
que no tiene cura celestial,
y encima en el cosmos no aceptan
mi seguro médico social...

Y así... en un abrir y cerrar de ojos,
en un titilar cósmico de astros errantes
y gélidos conjuros siderales,
después de un reparador responso digestivo
exponencialmente infinitesimal;
un nuevo período rotatorio plutoniano
concluyó sin novedad alguna:
con sus chorreosas auroras boreales,
sus parlanchinas focas y pingüinos de cristal,
y sus volcanes que erupcionan rolitos.

Los helenitas ya se fueron
con su parafernalia holística
de chimentos, a otro sistema solar,
la yerba del mate se lavó
y la portátil se quedó sin pilas;
pero justo antes de cerrar bitácora
así, de repente, caíste vos,
ser de otro planeta de ingravidez absoluta,
viajando a dedo por universos paralelos,
cruzando las mismas estratósferas
en donde yo experimento tremendos vuelos;
de la nada misma te materializaste,
como una aparición lacónica,
tan solo para sostenerme la vela
(y de paso abanicarme), en esta
noche de Tierra Llena en la Luna

Polvaredas (Mendoza), en algún momento de 1996.
Retocada en Laguna Fantasma, Bariloche, en agosto de 2014.